No puedo retenerte, aunque lo quiera, y tampoco verte sola, sumida en el dolor; tal vez quisiera fueras sólo mía y sentirme importante con tu amor.
Pero fueron sueños, fueron fantasías, aquello que vivimos los dos; estando lejos parecía te quería, con tan solo oír tu voz.
Eras alimento, eras comida y eras bebida, que estaba siempre dispuesta para mí; pero antes que te llegue el verano, llegó la primavera, y encontraste la magia de un nuevo amor.
Ya no podré llevarte rosas rojas y el tiempo perderá su calor, pero el día también emprende la salida y ahora me he quedado solo sin ti.
No me quejo, porque veo que creciste y que aprendiste de lo mucho que te di, y ahora que otro amor mereciste, quiérele como me quisiste a mi.
Vuela, vuela, amor, busca otra morada y hazle caso a tu corazón, si sientes que estás enamorada has de partir y no desoír tu razón; la lluvia, se evapora en el aire, y a un ave, no la podemos retener; ahora agitas las alas con donaire y quedó lejano el nido del ayer.
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